Un grupo de cerca de 60 elegidos se desmarcaron del programa oficial del World Economic Forum el jueves tipo 6 de la tarde. Uno a uno, por una línea especial ubicada en el pasillo de CasaPiedra, los empresarios VIP chilenos y brasileños fueron entrando a un salón lateral para tener un encuentro privado con los presidentes Lula y Bachelet, y sus ministros.Se pudo ver a Horst Paulmann conversando animadamente con Andrónico Luksic, quien estaba a unos cuantos puestos de distancia, y a Juan Cuneo hablando con Nicolás Ibáñez mientras entraban a la sala.También llegaron las delegaciones oficiales. El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva y sus 7 ministros junto con la Presidenta Michelle Bachelet, sentada al lado de los ministros Andrés Velasco, Karen Poniachik y Marcelo Tokman.Partió hablando la Presidenta sobre los acuerdos alcanzados, y que esperaba que aumentara la inversión de Brasil en Chile porque la de nuestro país superaba la de la nación carioca.
Durante los 20 minutos que duró el discurso de Lula, el Presidente brasileño demostró ser tan afectuoso como su par venezolano, Hugo Chávez, y en seis oportunidades le tocó el hombro a la Presidenta, además de tomarle la mano cariñosamente. Habló de un gasoducto hasta Venezuela, que abría oportunidades de integración a Chile y Argentina, hasta de la estrella del momento, el etanol.Los chilenos quedaron bastante satisfechos con la intervención de Bachelet, especialmente cuando dejó claro que Chile quería integración, pero que no estaba dispuesta a someterse a un gobierno que le podía cerrar la llave o no respetarle los contratos, en referencia al problema del gas con Argentina. Incluso le perdonaron que en la charla abierta haya hablado del "pid" (sic) per cápita en vez del PIB per cápita.
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